15 noviembre, 2013

DESIDERATA



 Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda
 cuánta paz puede haber en el silencio.
 Vive en buenos términos con todo el mundo, tanto como puedas sin rendirte.
 Di tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás,
 incluso al aburrido y al ignorante, también ellos tienen su historia.
 Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones para el espíritu.
 Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso y amargo;
 porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
 Disfruta de tus logros tanto como de tus planes.
 Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde;
 es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
 Usa la precaución en tus negocios; porque el mundo está lleno de trampas.
 Pero no por ello te ciegues a la virtud que puede haber en el mundo;
 mucha gente lucha por altos ideales;
 y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
 Sé tú mismo.
 Especialmente, no finjas afectos.
 Tampoco seas cínico respecto del amor, porque ante toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierba.
 Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente 
a las cosas de la  juventud.
 Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja de la desgracia súbita.
 Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
 Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo.
 Eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas;
 tienes derecho a estar aquí. Y, tanto si te resulta evidente como si no, 
sin duda el universo se desenvuelve como debe.
 Por tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera sea la forma en que lo concibas,
 y, cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén, 
en la ruidosa confusión, paz con tu espíritu.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos éste continúa siendo un mundo bello.
 Ten cuidado, esfuérzate en ser feliz.

Dato:
Desiderata (del latín desiderata "cosas deseadas", plural de desideratum)
 es un poema muy conocido sobre la búsqueda de la felicidad en la vida.
 Sus derechos de autor son del año 1927 y pertenecen a Max Ehrmann