16 noviembre, 2013

Instantes

Ahora es el momento

Ahora es el momento de hacer lo que más quieres.
No esperes al lunes, ni esperes a mañana.
Que no aumente en ti la caravana
de sueños pisoteados. Ya no esperes.

No reprimas por miedo o cobardía.

No postergues la vida con más muerte,
y no esperes más nada de la suerte
que no hay más que tu tesón y tu energía.

Si tu sueño es hermoso dale forma
como esculpe el arroyo la ribera;
como el viento que vive y se transforma.

Y para que todo resulte a tu manera,
redacta para ti mismo tu norma
y convierte tu otoño en primavera.

                                            E. J. Malinowski


Si no puedes…

Si no puedes ser pino en la punta de la colina,
sé arbusto en el valle,
pero sé el mejor arbusto al margen del regato.
Sé rama si no puedes ser árbol.
Si no puedes ser rama, sé un poco de césped
y da alegría a algún camino.
Si no puedes ser almizclero, sé tilo,
¡pero el tilo más vivo del lago!
No todos podemos ser capitanes,
tenemos que ser tripulación.
Hay algo para todos nosotros en el mundo,
hay grandes obras y otras más pequeñas que realizar,
y es la próxima tarea la que tenemos que emprender.
Si no puedes ser carretera, sé un sendero;
si no puedes ser sol, sé una estrella.
No es por el tamaño como tendrás éxito o fracaso.
¡Pero sé lo mejor de aquello que fueres!


Este mundo tu mundo

Es tuyo este segundo que transcurre
y este aire que inspiras vitalmente,
e igual que los deseos de tu mente
también es tuyo todo lo que ocurre.

y es tuya esta parcela de la vida
donde habitan desdicha y esperanza,
como es tuyo el paisaje en su añoranza
con toda su belleza más querida.

Lo mismo es tuyo el Sol de primavera,
la rosa en su perfume colorido
y la paz de tu sueño sin frontera.

También es tuyo este mundo malherido
del que eres parte y de tu amor espera,
...no lo dejes morir en el olvido.

                                            E. J. Malinowski

15 noviembre, 2013

DESIDERATA



 Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda
 cuánta paz puede haber en el silencio.
 Vive en buenos términos con todo el mundo, tanto como puedas sin rendirte.
 Di tu verdad tranquila y claramente; escucha a los demás,
 incluso al aburrido y al ignorante, también ellos tienen su historia.
 Evita a las personas ruidosas y agresivas, sin vejaciones para el espíritu.
 Si te comparas con otros, puedes volverte vanidoso y amargo;
 porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
 Disfruta de tus logros tanto como de tus planes.
 Mantén el interés en tu propia carrera, aunque sea humilde;
 es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo.
 Usa la precaución en tus negocios; porque el mundo está lleno de trampas.
 Pero no por ello te ciegues a la virtud que puede haber en el mundo;
 mucha gente lucha por altos ideales;
 y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
 Sé tú mismo.
 Especialmente, no finjas afectos.
 Tampoco seas cínico respecto del amor, porque ante toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierba.
 Recoge mansamente el consejo de los años, renunciando graciosamente 
a las cosas de la  juventud.
 Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja de la desgracia súbita.
 Pero no te angusties con fantasías. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
 Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo.
 Eres una criatura del universo, no menos que los árboles y las estrellas;
 tienes derecho a estar aquí. Y, tanto si te resulta evidente como si no, 
sin duda el universo se desenvuelve como debe.
 Por tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera sea la forma en que lo concibas,
 y, cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén, 
en la ruidosa confusión, paz con tu espíritu.
Con todas sus farsas, trabajos y sueños rotos éste continúa siendo un mundo bello.
 Ten cuidado, esfuérzate en ser feliz.

Dato:
Desiderata (del latín desiderata "cosas deseadas", plural de desideratum)
 es un poema muy conocido sobre la búsqueda de la felicidad en la vida.
 Sus derechos de autor son del año 1927 y pertenecen a Max Ehrmann



Locura


Amigo mío... yo no soy lo que parezco.
 Mi aspecto exterior no es sino un traje que llevo puesto;
 un traje hecho cuidadosamente, que me protege de tus preguntas,
 y a ti, de mi negligencia.

El "yo" que hay en mí, amigo mío, mora en la casa del silencio,
 y allí permanecerá para siempre, inadvertido, inabordable.

No quisiera que creyeras en lo que digo ni que confiaras en lo que hago,
 pues mis palabras no son otra cosa que tus propios pensamientos,
 hechos sonido, y mis hechos son tus propias esperanzas en acción.

Cuando dices: "El viento sopla hacia el oriente",
 digo: "Sí, siempre sopla hacia el oriente";
 pues no quiero que sepas entonces que mi mente no mora en el viento, sino en el mar.

No puedes comprender mis navegantes pensamientos,
 ni me interesa que los comprendas.
 Prefiero estar a solas en el mar.

Cuando es de día para tí, amigo mío, es de noche para mí;
 sin embargo, todavía entonces hablo de la luz del día que danza en las montañas,
 y de la sombra purpúrea que se abre paso por el valle;
 pues no puedes oír las canciones de mi oscuridad,
 ni puedes ver mis alas que se agitan contra las estrellas,
 y no me interesa que oigas ni que veas lo que pasa en mí;
 prefiero estar a solas con la noche.

Cuando tú subes a tu Cielo yo desciendo a mi infierno.
 Y aún entonces me llamas a través del golfo infranqueable que nos separa:
- "¡Compañero! ¡Camarada!"
 Y te contesto:

-"¡Compañero! ¡Camarada!",
 porque no quiero que veas mi Infierno.
 Las llamas te cegarían, y el humo te ahogaría.
 Y me gusta mi Infierno; lo amo al grado de no dejar que lo visites.
 Prefiero estar solo en mi Infierno.

Tu amas la Verdad, la Belleza y lo Justo, y yo, por complacerte,
 digo que está bien, y simulo amar estas cosas.
 Pero en el fondo de mi corazón me río de tu amor por estas entidades.
 Sin embargo, no te dejo ver mi risa: prefiero reír a solas.

Amigo mío, eres bueno, discreto y sensato; es más: eres perfecto.
 Y yo, a mi vez, hablo contigo con sensatez y discreción, 
pero... estoy loco.
 Sólo que enmascaro mi locura. Prefiero estar loco, a solas.

Amigo mío, tú no eres mi amigo. Pero, ¿cómo hacer que lo comprendas?
 Mi senda no es tu senda y, sin embargo, caminamos juntos, tomados de la mano.

Khalil Gibran
(Texto del libro "El loco")

04 noviembre, 2013

Mario Benedetti


Defensa de la alegría

                                                               
Defender la alegría como una trinchera 
defenderla del escándalo y la rutina 
de la miseria y los miserables 
de las ausencias transitorias 
y las definitivas 
defender la alegría como un principio 
defenderla del pasmo y las pesadillas 
de los neutrales y de los neutrones 
de las dulces infamias 
y los graves diagnósticos 

defender la alegría como una bandera 
defenderla del rayo y la melancolía 
de los ingenuos y de los canallas 
de la retórica y los paros cardiacos 
de las endemias y las academias 

defender la alegía como un destino 
defenderla del fuego y de los bomberos 
de los suicidas y los homicidas 
de las vacaciones y del agobio 
de la obligación de estar alegres 

defender la alegría como una certeza 
defenderla del óxido y de la roña 
de la famosa pátina del tiempo 
del relente y del oportunismo 
de los proxenetas de la risa 

defender la alegría como un derecho 
defenderla de dios y del invierno 
de las mayúsculas y de la muerte 
de los apellidos y las lástimas 
del azar 
y también de la alegría.


Estados de ánimo

                              A veces me siento como un águila en el aire ...
                       (A propósito de una canción de de Pablo Milanés) 

Unas veces me siento
como pobre colina, 
y otras como montaña 
de cumbres repetidas, 
unas veces me siento 
como un acantilado, 
y en otras como un cielo 
azul pero lejano, 
a veces uno es 
manantial entre rocas, 
y otras veces un árbol
con las últimas hojas, 
pero hoy me siento apenas 
como laguna insomne, 
con un embarcadero 
ya sin embarcaciones, 
una laguna verde 
inmóvil y paciente 
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces, 
sereno en mi confianza 
confiando en que una tarde, 
te acerques y te mires.. 
te mires al mirarme.


"Todos necesitamos alguna vez un cómplice.
Alguien que nos ayude a usar el corazón,
que nos espere ufano en los viejos desvanes.
Que desnude el pasado y desarme el dolor.
Prodigioso, sencillo, dueño de su silencio.
Alguien que esté en el barrio donde nacimos ,
 o que por lo menos,
cargue nuestros remordimientos
hasta que la conciencia, nos cuelgue su perdón.
Cómplice del trasmundo,
nos defienda del mundo,
del sablazo del rayo, y las llamas del sol.
Todos necesitamos alguna vez un cómplice,
 alguien que nos ayude a usar el corazón."

Mario Benedetti





Reseña biográfica
Poeta y novelista uruguayo nacido en 1920 en Paso de  Los Toros.
Recibió la formación primaria y secundaria  en Montevideo y a los dieciocho años se trasladó  a Buenos Aires
donde residió por varios años. En 1945 formó parte del famoso semanario «Marcha» donde colaboró como periodista
hasta 1974.
Ocupó el cargo de director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias
de la Universidad de Montevideo.
Desde 1983 se radicó en España permaneciendo allí la mayor parte del año. Obtuvo el VIII Premio Reina Sofía de Poesía
y recibió el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante.
Su vasta producción literaria abarca todos los géneros, incluyendo famosas letras de canciones, cuentos y ensayos,
traducidos en su mayoría a varios idiomas.
De su extensa obra se encuentran entre otros, la novela «Gracias por el fuego», «El olvido está lleno de memoria»,
y los poemarios, «Inventario Uno» e «Inventario Dos».
Falleció en Montevideo en mayo de 2009.             ©



Reflexiones-2


“Di a aquellos que amas que realmente los amas 
y en todas las oportunidades
 y recuerda siempre que la vida no se mide
 por la cantidad de aire que respiraste,
 sino por los momentos que tu corazón palpito fuerte: 
de tanto reír, 
de sorpresa, 
de éxtasis, 
de felicidad sobre todo de querer sin medida” 

_Pablo Picasso_


"... para mí la esperanza es una cosa que tengo cuando me despierto,
 que pierdo en el desayuno, que recupero cuando recibo el sol en la calle
 y que después de caminar un rato se me vuelve a caer por algún agujero del bolsillo. 
Y me digo: 
¿Dónde quedó la esperanza? 
Y la busco y no la encuentro.
 Y entonces, aguzando el oído, la escucho ahí, 
croando como un sapito minúsculo,
 llamándome desde los pastos.
 La tengo, la vuelvo a perder.
 A veces duermo con ella y a veces duermo solo.
 Pero yo nunca tuve una esperanza de receta, 
comprada en una tienda de corte y confección,
 una esperanza dogmática.
 Es una esperanza viva y, por lo tanto,
 no sólo está a salvo de la duda,
 sino que se alimenta de la duda".

GALEANO



“Cada hombre contiene varios hombres en su interior,
 y la mayoría de nosotros saltamos de uno a otro sin saber jamás quiénes somos.
 Optimista un día y pesimista al siguiente; pesaroso y mudo por la mañana, 
riendo y contando chistes por la noche.”
Paul Auster.

03 noviembre, 2013

Antoine de Saint-Exupéry


Este texto NO pertenece al libro de Saint Exupéry,
es una recreación literaria de Viviana Baldo

https://www.facebook.com/DeMiAlmaALaTuyaVivianaBaldo

"Amar y Querer"

-"Te amo" 
- dijo el principito... 
-"Yo también te quiero" 
- dijo la rosa. 
-"No es lo mismo" 
- respondió él... 

"Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía...
 Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.
 Querer es esperar, es apegarse a las cosas y a las personas desde nuestras necesidades.
 Entonces, cuando no tenemos reciprocidad hay sufrimiento.
 Cuando el "bien" querido no nos corresponde, nos sentimos frustrados y decepcionados.
 Si quiero a alguien, tengo expectativas, espero algo. Si la otra persona no me da lo que espero, sufro.
 El problema es que hay una mayor probabilidad de que la otra persona tenga otras motivaciones, pues todos somos muy diferentes.
 Cada ser humano es un universo.

 Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas.
 Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. 
Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón.
 Por esto, el amor nunca será causa de sufrimiento.

Cuando una persona dice que ha sufrido por amor, en realidad ha sufrido por querer, no por amar.
 Se sufre por apegos. Si realmente se ama, no puede sufrir, pues nada ha esperado del otro.
 Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar.

Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento.
 Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. 
Y el alma no se indemniza. 
Y conocerse es justamente saber de tí, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enojos, de tus luchas, de tu error.
 Porque el amor trasciende el enojo, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría.

Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.
 Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.
 Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.
 Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta.
 La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar." 

-"Ya entendí" 
- dijo la rosa. 
-" No lo entiendas, vívelo" 

-dijo el principito.


(Autor: Viviana Baldo- Recreación literaria)

http://tendenciavital.ning.com/profiles/blogs/te-amo-yo-tambien-te-quiero-no-es-lo-mismo?xg_source=activity

EL POZO


El Pozo
Era el octavo día de mi avería en el desierto y había escuchado la historia del comerciante
bebiendo la última gota de mi provisión de agua.
—¡Ah 
—le dije al principito
—, son muy bonitos tus cuentos, pero yo no he reparado mi avión, no
tengo nada para beber y sería muy feliz si pudiera irme muy tranquilo en busca de una fuente!

—Mi amigo el zorro..., me dijo...
—No se trata ahora del zorro, muchachito...
—¿Por qué?
—Porque nos vamos a morir de sed...

No comprendió mi razonamiento y replicó:
—Es bueno haber tenido un amigo, aún si vamos a morir. Yo estoy muy contento de haber tenido
un amigo zorro.
"Es incapaz de medir el peligro 
—me dije 
— Nunca tiene hambre ni sed y un poco de sol le basta..."

El principito me miró y respondió a mi pensamiento:
—Tengo sed también... vamos a buscar un pozo. ..    


Tuve un gesto de cansancio; es absurdo buscar un pozo, al azar, en la inmensidad del desierto.
Sin embargo, nos pusimos en marcha.
Después de dos horas de caminar en silencio, cayó la noche y las estrellas comenzaron a brillar.
Yo las veía como en sueño, pues a causa de la sed tenía un poco de fiebre.
 Las palabras del principito danzaban en mi mente.
—¿Tienes sed, tú también? 
—le pregunté.
 Pero no respondió a mi pregunta, diciéndome simplemente:
—El agua puede ser buena también para el corazón...

No comprendí sus palabras, pero me callé; sabía muy bien que no había que interrogarlo.
El principito estaba cansado y se sentó; yo me senté a su lado y después de un silencio me dijo:
—Las estrellas son hermosas, por una flor que no se ve..
.
Respondí "seguramente" y miré sin hablar los pliegues que la arena formaba bajo la luna.

—El desierto es bello —añadió el principito.

Era verdad; siempre me ha gustado el desierto. Puede uno sentarse en una duna, nada se ve,
nada se oye y sin embargo, algo resplandece en el silencio...

—Lo que más embellece al desierto —dijo el principito— es el pozo que oculta en algún sitio...

Me quedé sorprendido al comprender súbitamente ese misterioso resplandor de la arena.
 Cuando yo era niño vivía en una casa antigua en la que, según la leyenda, había un tesoro escondido. Sin duda que nadie supo jamás descubrirlo y quizás nadie lo buscó, 
pero parecía toda encantada por ese tesoro.
Mi casa ocultaba un secreto en el fondo de su corazón...

—Sí —le dije al principito— ya se trate de la casa, de las estrellas o del desierto, lo que les
embellece es invisible.
—Me gusta —dijo el principito— que estés de acuerdo con mi zorro.

Como el principito se dormía, lo tomé en mis brazos y me puse nuevamente en camino.
 Me sentía emocionado llevando aquel frágil tesoro, y me parecía que nada más frágil había sobre la Tierra.
Miraba a la luz de la luna aquella frente pálida, aquellos ojos cerrados, los cabellos agitados por el viento
y me decía: 
__"lo que veo es sólo la corteza; lo más importante es invisible... "

Como sus labios entreabiertos esbozaron una sonrisa, me dije:
__ "Lo que más me emociona de este principito dormido es su fidelidad a una flor, es la imagen de la rosa que resplandece en él como la llama de una lámpara, incluso cuando duerme...
 " Y lo sentí más frágil aún. Pensaba que a las lámparas
hay que protegerlas: una racha de viento puede apagarlas...
Continué caminando y al rayar el alba descubrí el pozo.


                                                           Antoine de Saint-Exupéry



Reseña biográfica

Antoine de Saint-Exupéry
(1900 – 1944)

Antoine de Saint-Exupéry, el autor de EL PRINCIPITO, fue un aviador y literato francés que sólo vivió escasos 44 años.
 Nació en Lyon, en 1900 y falleció en 1944.

En realidad, nunca se supo que ocurrió con él. Saint-Exupéry desapareció para siempre en una misión de reconocimiento,
 cuando sobrevolaba la Francia ocupada por los nazis, durante la Segunda Guerra Mundial.
 Saint-Exupéry comenzó escribiendo en prosa lírica vivencias de carácter novelesco y, posteriormente, continuó con diarios, informes y cartas.

Sus textos son consecuencia de reflexiones profundas de índole humanista y de crítica a la cultura.
 Entre sus novelas sobresalen VUELO NOCTURNO y EL CORREO DEL SUR. Como diario dio vida a PILOTO DE GUERRA.

Pero su obra más famosa y por la que ha trascendido es EL PRINCIPITO,
 un cuento largo que en formato de libro ha batido récords de venta en el mundo y en todos los idiomas desde 1943,
 año en que se publicó por primera vez en francés.

EL PRINCIPITO es su obra cúlmine. En sus páginas se evocan -de manera sencilla y clara- los valores más arraigados y esenciales del humanismo,
 donde quedan de manifiesto la solidaridad, bondad, entereza, tenacidad, compañerismo y entusiasmo por el conocimiento.

El libro es un símbolo de búsqueda permanente del hombre, de aquellos principios que enriquecen el espíritu y que traen paz infinita al alma.