02 septiembre, 2013

Pequeñas Reflexiones-1


LA ROSA Y EL SAPO


Había una vez una rosa muy bella. Se sentía una maravilla al saber que era más bella del jardín.
Sin embargo un día se dió cuenta que la gente la miraba de lejos y observó que al lado de ella había un sapo negro, grande y gordo.

Al percatarse que era por eso que nadie se acercaba a ella,  dijo muy molesta:
 -sapo por qué no te alejas de mí, no ves que por tu culpa nadie viene a observarme?,...
 ¡¡ es que eres muy feo !!.

El sapo le contesto:
 -esta bien si eso es lo que quieres me iré.

Muy obediente el sapo se alejó brincando de la rosa. Poco tiempo después el sapo se paseaba por el jardín cuando se dió cuenta que la rosa estaba toda marchita y con muy pocos pétalos en ella y le dijo:
 - rosa ahora si que te encuentras marchita que te pasó?.
La rosa le contestó:
 -es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día y noche, no volveré a ser la más bella del jardín.
 El sapo le dijo:
 -pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella.

Muchas veces despreciamos a los demás por creer que somos más que ellos o que simplemente no nos sirven para nada. Todos tenemos algo que aprender de los demás o algo que enseñar. A veces hay personas que nos hacen un bien del cual ni siquiera estamos conscientes.


Pintura: ✘All rights © Artist Margaret


EL COLIBRÍ


Durante un incendio en el bosque mientras todos los animales huyen,
 un pequeño colibrí volaba en dirección contraria con una gota de agua en el pico.
"¿Qué estás haciendo", dijo el león.
"Voy a apagar el fuego", dijo el pajarito.
"Con una gota de agua?" Dijo el león con una mueca de burla.
Y el pequeño colibrí continuando el vuelo respondió:
"Yo hago mi parte."


CARRERA DE RANITAS

Erase una vez una carrera de “ranitas”. El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una gran multitud de espectadores… 
Mucha gente para apoyar y gritar por ellas. Comenzó la competición. Pero como los espectadores no creían que las ranitas pudieran alcanzar lo alto de una torre,
 lo que más se oía era:

“¡Qué pena! Esas ranitas no lo van a lograr, no van ...a poder…”Y las ranitas comenzaron a desistir.

Pero había una que persistía y continuaba la subida en busca del logro .La multitud continuaba gritando”
¡qué pena, no lo van a lograr, no lo van a conseguir…!”
Y las ranitas estaban desistiendo una por una, menos aquella que continuaba tranquila, cada vez más segura.
Y al final de la carrera, todas desistieron, menos ella… La curiosidad se apoderó de todos;
 querían saber lo que había ocurrido. Y cuando fueron a preguntarle cómo lo había conseguido, cómo logró hacer la prueba, fue cuando descubrieron que era SORDA.

No permitas que personas con el mal hábito de ser negativas derrumben tus mejores y más sabias esperanzas de tu corazón.
Recuerda siempre: Hay poder en nuestras palabras y en todo lo que pensamos. Por lo tanto procura ser siempre POSITIVO.
Sé sordo cuando alguien te dice que tú no puedes realizar tus sueños…
Piensa además que tu boca tiene poder:
 una palabra de aliento a alguien que está pasando un mal momento, puede reanimarlo y ayudarle a salir adelante…
Una palabra destructiva puede ser lo único que se necesita para destruirlo…...
 Seamos cuidadosos con lo que decimos.


LA VASIJA

Cuenta una leyenda que durante décadas un mendigo, que pedía limosna en una plaza, pasaba los días sentado en el suelo con una extraña pero bonita vasija delante de él,
 y algunas de las personas que pasaban por ahí le dejaban algunas monedas que le permitían mal comer.

Cuando el hombre murió, alguien que se apiado de él y le procuró sepultura, dudando en enterrar con él aquella extraña vasija,
 aunque pensando que para aquel hombre ya no hacía ninguna diferencia, simplemente la conservó, más a manera de recuerdo que por cualquier otra cosa.

Algún tiempo más tarde, al invitar a cenar a un viejo amigo, anticuario de profesión, se sorprendió cuando a éste le llamó de sobremanera la atención aquella vasija,
 misma que le pidió prestada con el fin de estudiarla. Todavía se sorprendió más cuando a los pocos días le confirmó que la pieza valía una enorme fortuna.

Paradójicamente aquel mendigo la había utilizado por más de 20 años para pedir limosna, sin saber que con vender aquella vasija hubiese podido darse 
una vida de lujos y sin complicaciones.


Yo pienso que a nosotros nos pasa exactamente lo mismo que al mendigo. Vivimos utilizando nuestras vasijas (dones, talentos, conocimientos, habilidades y experiencia)
 para lograr unas cuantas monedas, sin saber que valen una fortuna y que pudiésemos tener cualquier cosa que deseáramos,
 simplemente conociendo el verdadero valor de las mismas y dándoles el uso correcto…

Así nos transcurre la vida. Lo más seguro es que pasemos a la siguiente, sin siquiera habernos enterado del infinito valor de nuestras vasijas,
 tal y como le sucedió a aquel mendigo. Me parece que deberíamos tratar de entender ese valor y cómo es que podríamos obtener el máximo provecho de ellas,
 no importa si hasta hoy lo hayamos desperdiciado.

El ayer nos debe servir solamente para sacar provecho de la experiencia, pero es en el aquí y ahora donde debemos hacer el trabajo de una profunda
 y objetiva auto evaluación para descubrir esos dones y talentos, habilidades, conocimientos y experiencia,
 ya sean de nacimiento o desarrollados consciente o inconscientemente durante nuestro transitar por nuestra vida,
 para después tomar la decisión de actuar en consecuencia.

Si pudiésemos solamente entender eso y le pidiésemos a la vida, con la convicción que aquello que pedimos realmente lo merecemos
 y estuviésemos totalmente dispuestos a usar nuestra vasija…, nos sorprenderíamos, y, lo más grandioso,
 sabríamos que además de lograr cualquier cosa material que deseáramos, lograríamos algo aún más sorprendente y maravilloso:
 nuestra realización como seres humanos.

¿POR QUÉ SE GRITA?

Un día el maestro preguntó:
- ¿Por qué grita la gente cuando está enfadada?.
Los monjes pensaron
- Porque perdemos la calma - dijo uno de ellos, por eso gritamos.
- Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado?
Nadie dijo nada, al final el maestro dijo:

- Cuando dos personas están enfadadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar, para poder escucharse.
 Mientras más enfadados estén, más alejados estarán, y más fuerte tendrán que gritar para escucharse uno a otro.

Luego el maestro preguntó:
- ¿Qué sucede cuando dos personas se enamoran?.
- Se hablan suavemente, porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña.

Cuando discutas no dejes que tu corazón se aleje, no digan palabras que los distancien más,
 pues llegará un día en que la distancia sea tanta que no podrán encontrar el camino de regreso.

La razón y la sabiduría, "hablan". . . 
El error y la ignorancia, "gritan".