26 noviembre, 2012

El Jardín


Dicen que una imagen habla más que mil palabras… y estas pequeñas historias son eso,
 imágenes que nos hablan directamente al corazón…



EL JARDÍN 

Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles y arbustos se morían:  

    El roble dijo que se moría por no ser tan alto y tan fuerte como el pino.
    Volviéndose al pino, lo halló caído, porque no podía dar uvas como la vid.  
    La vid se moría porque no podía dar flores como la rosa.
    Y la rosa se moría por no ser fuerte y sólida como el roble.

Entonces encontró una planta: un clavel floreciendo y más fresco que nunca.

El rey le preguntó:
   ¿Cómo es que creces en medio de este jardín moribundo? 

La flor le contestó:
   Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías ver claveles.
  Si hubieses querido otro roble, lo habrías plantado. 
 En aquel momento me dije,
 intentaré ser el clavel de la mejor manera que pueda,
 y aquí me tienes.  El más hermoso y bello clavel de tu jardín. 

Nosotros somos, esto que somos, pero vivimos marchitándonos en nuestras propias insatisfacciones,
  en nuestras absurdas comparaciones con los demás:
 “si yo fuera”, “si yo tuviera”, “si mi vida fuera”. 
 Siempre conjugando el futuro incierto en vez del presente concreto, 
empecinados en no querer aceptar,
 que la felicidad es un estado subjetivo y voluntario.

Hoy podemos elegir: estar felices con lo que somos, con lo que tenemos, 
o vivir amargados por lo que no tenemos o no podemos ser.
  Sólo podremos florecer, el día que aceptemos que somos lo que somos. 
 ¡Somos únicos! y nadie puede hacer, lo que nosotros vinimos a hacer aquí. 

Comienza haciendo lo que es necesario, luego lo que es posible, 
y de repente estarás haciendo lo que es imposible. 
 Nos merecemos darle el mejor color a nuestra vida.  
Hay quienes no se exponen al sol, para no sentir su sombra. 


No permitas que el jardín de tu vida se marchite 
por el hecho de no querer entender esa voz que brilla
 desde lo más profundo de tu corazón.
  Recuerda: nadie es más que nadie. 
 Sólo que unos, hacen más que otros.