Algún día
te escribiré un poema
que no mencione el aire
ni la noche;
un poema
que omita los nombres de las flores,
que no tenga jazmines o magnolias.
Algún día
te escribiré un poema sin pájaros,
sin fuentes,
un poema que eluda el mar
y que no mire a las estrellas.
Algún día
te escribiré un poema
que se limite a pasar los dedos
por tu piel
y que convierta en palabras
tu mirada.
Sin comparaciones,
sin metáforas;
algún día escribiré un poema que huela a ti,
un poema
con el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad estrujada de tu abrazo.
Algún día
te escribiré un poema,
el canto de mi dicha.
Darío Jaramillo Agudelo