La vacuna contra la pobreza es posible, porque ya contamos con sus componentes básicos:
igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, defensa de los derechos humanos
y de participación política y social, acceso a los recursos básicos,
universalización de los servicios públicos y de las rentas que garanticen los ingresos
necesarios para vivir con dignidad, acceso a la vivienda y al empleo,
defensa del medio ambiente y la soberanía alimentaria, etc.
No es una utopía ni mucho menos;
solo depende de decisiones políticas, dado que terminar con la pobreza es
mucho más económico y, a medio plazo, rentable que invertir en armamentos.
Obviamente que sea posible puede resultar inconveniente para algunos países
donde el poder se construye o se mantiene en la ausencia de libertad que padecen los pobres.
Tú puedes hacer mucho, junto a tantas personas y movimientos sociales que en esta jornada,
levantan la voz en todo el mundo contra la pobreza.
PAN DURO (Marea y Fito Cabrales)
livianas como son los fardos de cargar los sueños
que tragan ruedas de molino y se les ven todos los huesos,
que saben que sus años tienen más de cuatro inviernos,
Silencio por el techo, por los platos llenos,
silencio bañado en sudores de los jornaleros,
el sol lo han hecho sus jirones,
que saben lo que vale un beso,
que no quieren llevar los nombres de sus carceleros,
¿qué saben las tripas de puños cerrados?,
saben que las riegan los amargos tragos,
saben todo y más de tenerse en pie,
de la soledad,
saben porqué está siempre duro el pan,
Monedas de tan sucias tan desdibujadas,
odioso tintineo en manos encalladas,
y son las patas de sus mulas
si el látigo se llama hambre
las dueñas de caminos que no son de nadie,
Cerrojos al antojo de la poca hondura,
abiertos para dar paso a las herraduras
que dejan huellas que los guían para volver a desquitarse,
para no tener que rasgarse más las vestiduras.
