Las flechas.
Por Alejandro Jodorowsky:
"Un joven para conseguir ser el mejor arquero del mundo, quiso cazar la luna.
Noche tras noche, sin descanso, lanzó sus flechas hacia el astro.
Su familia y amigos, comenzaron a burlarse de él.
Inmutable, sin faltar ni una sola vez a su cita, siguió lanzando sus flechas.
Nunca cazó la luna, pero se convirtió en el mejor arquero del mundo".
Cuando empeñamos nuestra ilusión y nuestra alma para alcanzar nuestro sueño,
la vida siempre nos regala algo maravilloso o inesperado.
Para conseguir nuestro anhelo, es imprescindible eliminar uno por uno todos nuestros miedos
mientras podamos hacer todo aquello con lo que soñamos.
Envejecemos y enfermamos en muchísimas ocasiones, sin haber intentado alcanzar nuestras pasiones mas secretas,
sin descubrir nuestras cualidades para el trabajo,
y sin intentar convertirnos en la persona que realmente nos hubiera gustado ser.
Tenemos que llegar al final de nuestra vida sin la sensación de haberla vivido a medias.
Si tuviéramos el valor de perseguir nuestros deseos, (ajenos a las burlas, rumores, contratiempos, etc.)
nuestra vida, sería absolutamente diferente.
Reflexiona sobre ello....
¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?
Una hija se quejaba con su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles.
Cada vez que solucionaba un problema, aparecía otro.
No sabía cómo hacer para seguir adelante.
Estaba cansada de luchar y consideraba darse por vencida.
Su padre era un chef y la llevó al restaurante donde trabajaba.
Allí, sin decir palabra, llenó tres recipientes pequeños con agua y los colocó sobre el fuego.
En cuanto que el agua hervía, colocó una zanahoria en uno; un huevo en otro,
y unos granos de café en el tercero.
La hija esperó pacientemente preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos, el padre apagó el fuego. Sacó la zanahoria y el huevo y los puso en un plato.
El café lo dejo en el recipiente.
La hizo acercarse y le pidió que tocara la zanahoria y notara como era. Ella lo hizo
y reportó que estaba blanda.
Luego le pidió que rompiera la cáscara del huevo y notara como era el huevo.
Ella lo hizo y reportó que estaba duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma y sabor.
Su hija le preguntó: "¿Qué significa esto, Padre?"
El le explicó: "Los tres elementos enfrentaron la misma adversidad: agua hirviendo.
Pero cada uno reaccionó de manera diferente:
La zanahoria llegó al agua fuerte y dura; pero se volvió blanda y débil.
El huevo había llegado al agua frágil, protegido solo por su cáscara; pero se volvió duro.
Los granos de café, sin embargo, eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.
¿Cuál eres tú?, le preguntó a su hija.
"Cuando la adversidad llega a tu puerta, ¿Cómo respondes? ¿Cómo eres tú?
¿Eres como la zanahoria que con la adversidad de una separación o un despido te vuelves débil?"
O ¿Eres como el huevo que comienza con un corazón blando y espíritu fluido, pero después de una muerte o un problema serio;
te vuelves duro y rígido?
¿O eres como un grano de café que bajo la adversidad saca su mejor esencia y enriquece su Ser y su vida?"
Recuerda todo lo que te sucede en la vida es por alguna razón,
sólo necesitas descubrir su motivo y aprender de ello.