A veces nos faltan palabras
y a veces nos sobran.
A veces nos falta tiempo para decirlas
y a veces se nos pasa el tiempo de callarlas.
A veces necesitamos aquello que ya tenemos
y a veces desechamos lo ajeno como si fuera nuestro.
A veces mentimos injustamente
y a veces hacemos de la ley una verdad apestosa.
A veces tenemos boca para sellar un secreto
y a veces nos faltan oídos para aceptar la evidencia.
A veces un día tiene 24 horas
y a veces una hora esconde 24 días.
A veces digo quererte con la boca enterrada
y a veces la tierra ignora los adverbios que nos separan.
A veces digo que sí porque no soy yo
y a veces no soy nadie para negarlo.
A veces la lluvia se escurre por mis versos hasta encontrar tus ojos
y a veces las lágrimas que retiene la memoria
anegan las tierras yermas de lo que escribo.
A veces te llamo con mi nombre
y a veces respondes desde el silencio que me reclama.
A veces eres tú misma
y a veces no sé quién soy si tú me faltas.
(Baldo Ramos)